Revolución de Conciencia

La liberación del espíritu humano

La única vía abierta para la humanidad es transformarnos a través de la conciencia.

Expandir la conciencia verdadera y trascendente de ser en el plano humano, es el único medio posible que nos puede llevar a vivir en equilibrio y armonía con nosotros mismos, con los demás y con el planeta, con el mismo universo.

¿Qué es una revolución de conciencia?

Una revolución de conciencia es un cambio profundo y radical en la manifestación de lo que somos como humanos. Una vuelta completa en la esfera esencial del espíritu humano, que nos lleve a un estado de conciencia veraz. Un estado capaz restablecer los valores intrínsecos ligados a la conciencia humana original y libre, donde el poder humano, autentico, genuino y legítimo, se instale internamente en cada uno de nosotros y se manifieste externamente en sociedades por fin humanas.

En los tiempos artificiales y engañosos que vivimos, una revolución de conciencia implica transformar nuestro estado interno, para que se manifieste en lo externo de manera genuina y veraz. Salir de un paradigma exclusivamente material, intrascendente y efímero, liderado por una razón irracional. Ampliar el horizonte de la conciencia humana, limitada a una mente programada e implantada, meramente racional. Cambiar por conciencia despierta y verdadera, una mente colectiva inducida, adormecida y entrenada por un sistema que prioriza con intereses de manipulación y dominación, próximos a la esclavitud.

Una transformación tan profunda va más allá de un de cambio de modelo, ya que parte de los más íntimos cimientos humanos. Supone acceder al núcleo, a la esfera del espíritu que somos. Un salto mortal en la expresión y la experiencia humana de pensamiento y sentimiento, capaz de expandir el espíritu humano en el plano de la materia.

El propósito de una revolución así, es la auténtica libertad.

Un viraje total de prioridades inconscientes y desalmadas, para llenarlas de conciencia. Depurar y abrir nuestra percepción, para ver lo que realmente importa. Despertar la consciencia que nos vincula y une a todo lo que existe. Un sentir consciente y empático con nosotros mismos, con los demás, con el resto de especies y con el planeta. Es aprender a refinar y liberar la parte del Espíritu que somos y que esta en nosotros, para restablecer la esencia humana.

Como nace una revolución de conciencia

Una revolución de conciencia comienza en el núcleo esencial de cada uno de nosotros. Es primeramente íntima e interna, donde el espíritu veraz se levanta contra todo aquello que nos impide ser realmente humanos. Se gesta dentro de cada uno, desde el trabajo sincero, honesto, profundo y consciente con uno mismo. Un giro que ha de comenzar a rotar internamente, como un vórtice energético, para expandirse externamente como una onda de conciencia, capaz de transformarnos y modificar la realidad que creamos y sostenemos entre todos.

Una revolución que lucha por la conciencia humana, se sustenta en la búsqueda y el rescate de uno mismo como pilar.

Nace del anhelo profundo de libertad, de la certeza interna de saber que hay algo más, que somos más de lo que vivimos y nos han contado. Viene del cuestionamiento íntimo de está realidad heredada, de esta forma de vivir sin sentido, que no hemos elegido y que nos han impuesto obligatoriamente. Surge de la certeza intima de saber, que esta vida tiene que tener alguna finalidad más, que nacer para servir a un sistema egocéntrico e inhumano, reproducirse y morir. Procede del ímpetu por acercarse a algo mayor y veraz, por reactivar la conexión con la fuente de vida a la que pertenecemos. Nace de la misma esencia humana, soberana, libre y audaz, que busca manifestarse, que no se conforma con vivir doblegada, sumisa y esclavizada.

La conciencia es la clave para transformarnos y crear una nueva realidad.

¿Qué supone tal movimiento?

Ser capaces de transformarnos a través de la conciencia, es un reto humano que urge en el mundo de hoy.

Cambiarnos a nosotros mismos para así transformar la realidad, conlleva el coraje de enfrentarse a todo aquello que nos esclaviza, en una lucha sin tregua. Cribar y eliminar todo aquello que intoxica nuestra energía, así como todo lo superfluo o implantado, lo que no nos pertenece como especie. Detectar y suprimir la programación instalada automáticamente. Desterrar las ideas y creencias heredadas. Hacer conscientes nuestros actos inconscientes. Drenar un pasado que se replica condicionando nuestro presente. Transmutar la falsa imagen que creamos y que tanta energía nos cuesta sostener, para renacer al ser veraz que esconde. Es enfrentar nuestras debilidades para convertirlas en fortalezas. Depurarnos para dejar la parte primordial e inherente al espíritu humano.

Es dejar de enfrentarnos entre nosotros, de culpabilizar, de juzgar y de criticar al otro, para responsabilizarse cada uno de si mismo, de sus acciones, de la propia vida. Es dejar de entregar nuestro poder, de delegar en los demás, para mirar hacia dentro y atreverse a ser. Ser capaces de cambiar, de decidir donde queremos poner nuestra energía con conciencia, y nuestro poder soberanamente.

No tenemos tiempo de lentas evoluciones, es momento de ponernos en movimiento, de actuar y cambiar, cada uno desde si, desde su núcleo esencial. Habitar el mundo de manera nueva. Ser en vez de estar. De dar saltos cuánticos como humanidad. Es el momento de sumarnos a una revolución que genere un movimiento y un cambio colectivo, en el nivel de la conciencia humana. Una reacción en cadena, fuera de toda proporción con respecto a lo que hemos vivido hasta ahora como especie.

Ha llegado el momento de dejar de ser pasivos, sumisos y manipulables para actuar, de sumarnos activamente a una revolución de la conciencia humana. Juntos podemos impulsarnos, crear redes humanas, un tsunami de conciencia verdadera.

El corazón de esta especie esta gritando: ¡S.O.S!. ¡Súmate al desafío y actúa!